Isthar Vega Web
Cocoon - Imagina ser una polilla
Del creador de los juegos inmersivos y narrativos Inside y Limbo, he jugado este título en el que su historia se nos cuenta por medio de puzles y cinemáticas en las que me quedaría a vivir de la paz que transmiten. Hoy vengo a hablaros de COCOON.
Mundo enorme, personajes chikitus
Cocoon nos presenta una historia de una pequeña polilla espacial que tiene que superar una serie de retos y pruebas para salir de su capullo (Cocoon). Al principio puede ser abrumador por la cantidad de colores vivos, sonidos y mundo inmersivo que nos encontraremos, pero sin necesitar ni un tutorial ni medio, nos iremos introduciendo en el juego y en su historia.
De vista alejada, tirando a cenital, veremos a nuestro personaje corretear, saltar y activar puzles para ir descubriendo el enorme mundo que le rodea.
A pesar de tener alitas, nuestro personaje únicamente podrá volar, o mejor dicho, revolotear en determinadas ocasiones. Para llegar a los lugares más elevados necesitaremos avanzar en la historia y descubrir nuevas mecánicas que nos permitan superar esos obstáculos.
La vida es un gran aprendizaje
Cocoon tiene los controles más sencillos que el mecanismo de un chupete: cruceta o setilla y la A para la acción (Hablo de Switch). Agarrar, accionar, activar… todo con A. En los primeros niveles, los puzles serán sencillos, sin explicación alguna, para que nos familiaricemos con ellos y con la jugabilidad del videojuego.
Llegará un punto que nuestro protagonista se tenga que enfrentar a un jefe (bicho grandote), para recuperar una perla. La lucha con todos los jefes, lejos de ser un juego de peleas, y mata, mata… Cocoon basa su estrategia en esquivar y utilizar el entorno a nuestro favor.
Es un juego pausado y amable con el jugador, si fallamos, no nos matarán, simplemente el bicho nos agarrará y nos enviará de vuelta al Cocoon para que salgamos de nuevo a por él, como una advertencia en plan “Estás muy verde para enfrentarte a mí”
Todo es aprender de los fallos y errores y sobre todo de los movimientos y acciones del bicho grandote al que nos enfrentemos. También con los puzles, todo en Cocoon es un gran aprendizaje de prueba y error.
Como digo, no hay una muerte de por sí, simplemente volveremos a donde estemos, para empezar de nuevo, tantas veces como sea necesario, en mi caso con los puzles de los diamantes fueron más de una, y de dos.
Hogares y perlas
El avance por Cocoon va del 0% en el principio al 100% una vez hayamos descubierto todo y todos sus secretos. Tiene guardado automático, simplemente hay que salir al menú y el juego se guardará. Estemos dónde estemos y en la perla que estemos.
¿Y qué es esto de las perlas?
En el juego hay un total de 4 perlas que son llaves a otros mundos. La primera que encontraremos es la Naranja, un mundo desértico y lleno de montañas y rocas. Con ella se desbloqueará la mecánica de descubrir nuevos caminos, siempre y cuando la llevemos equipada.
La segunda será la verde, su mundo está lleno de pantanos y naturaleza y con ella en nuestro poder podremos llegar a lugares más elevados, activando los pilares/ascensores.
La tercera que recuperaremos de patitas de un bicho grande, será la blanca, su mundo es más bien metálico y con ella en nuestro poder podremos disparar a ciertos objetos colocándonos en lugares estratégicos. Los puzles con esta perla han sido los que más se me han hecho bola. La mayoría eran muy rápidos y contrarreloj.
La cuarta es la Morada, la recuperaremos casi al final y no desbloquea ninguna mecánica. La parte más peculiar de las perlas, es que podemos llevarlas a otras perlas, es decir, a los mundos metidos en estas y descubrir nuevos caminos y secretos. De hecho, esa es la mecánica principal de este juego, ir de correveidile con las perlas colgando a todos lados y dejarlas en pedestales hasta el final del juego.
Saliendo del Cocoon
El juego es realmente inmersivo, sin decir ni una palabra, ni contar con un diálogo ni medio, Cocoon te sumerge en una atmosfera de querer libertad y extender las alas.
Cada superación o logro de nuestro pequeño protagonista, también lo es nuestro, cada paso que damos fuera del capullo, enfrentándonos a los peligros y dificultades, son enormes pasitos para nuestro pequeño bichillo.
Todo absolutamente todo en este juego tiene un sentido y un porqué. No hay nada que se haya colocado de relleno o para enredar al jugador. Cada puzle tiene sentido en el avance de la historia.
Es un juego cortito, de jugar en un par de tardes relajadamente. No es para jugadores speed que buscan sacar las soluciones muy rápido para el avance. Cocoon es un juego pausado, para jugar con la calma y para aprender de los errores. Habrá puzles que nos frustren, pero que al sacarlos nos darán una gran satisfacción.
Los puzles en su gran mayoría son muuuuy visuales, de los de fijarnos hasta el extremo en todo el entorno. En las sombras, en los reflejos del agua e incluso en la fauna y flora del entorno.
Un mundo que nos da la sensación de ser abierto, por las posibilidades que da y lo enorme que es. Un mundo encapsulado con ganas de abrirse.
Cocoon nos cuenta una historia muy hermosa y llamativa de como la vida se abre paso, pese a las dificultades que nos encontremos en el camino.